¿Nunca te provocó mandar todo al carajo cuando pareciera que todo el mundo te falló? ¿Que ese chico que te gustaba tanto al final regresó con su flaca?  ¿Que nadie tiene la más mínima decencia de avisarte antes de tomar decisiones por ti? ¿Que nadie se acuerde que existes? ¿Que nadie te pregunte nunca como estás? ¿Que la gente te pasa por encima como si fueras un maldito felpudo? ¿Que a nadie le importa un pito lo que pienses? ¿Que la gente asuma lo que eres y lo que representas sin darse el mínimo trabajo de conocerte por más de cinco minutos?

Todos tenemos momentos así. Todo falla y todo se cae. No hay nadie que esté ahí para aguatar la caída, nadie en quien confiar, nadie con quien hablar. Esa estructura delicada que llamamos "vida" un día se cae como una casa hecha de naipes y no podemos hacer nada al respecto. La vida es lo que te pasa mientras estás haciendo otros planes, ¿no John?

¿Que hacer? Hay que mandar a la mierda a todo. Que se jodan. Que se vayan al carajo. Hay que patear la mesa, pararse y decidir que autocompadecerse no es una solución viable, que sentarse a esperar a que los demás reaccionen tampoco, y aceptar que nadie va a cambiar porque así tu lo quieras. Lo único que vale cuando todo te falla es salvarse a uno mismo.

Hoy decidí que quiero la anarquía total. Quiero decir lo que pienso. Quiero gritar lo que está en mi cabeza. Quiero liberar mis pensamientos para que todo el mundo los pueda leer.

Este blog no busca pretender. No busca agradar. No busca llevarse bien con nadie.

Esta soy yo.

Para quienes me soporten... Bienvenidos.