Te sientes mal. Abres la puerta del baño y miras tu reflejo en el espejo: Te ves aún peor. No has regresado de una juerga (hubieras preferido eso), sino que tu cuerpo ha decidido enfermarse por segunda vez, y no sólo le basta con atacar tu garganta (adiós cigarros), sino que la acompaña una fiebre pegajosa que te hace sentir escalosfríos y luego sudar como un pollo a la brasa. Piensas que hoy es viernes y que hay gente que está en algún lado divirtiéndose. Y tu acá, viendo repeticiones de series, o alguna película recontra repetida como El diario de Bridget Jones (tan repetida, que ya te sabes los diálogos y ya no te da tanta risa cuando Hugh Grant y Colin Firth se pelean en la calle). Has estado todo el día en la cama, viendo televisión. De pronto sientes que eres una floja, que deberían levantarte y hacer otra cosa (la fiebre ya te bajó y te sientes un poco mejor), pero luego recuerdas las sabias palabras del médico: "Tres dias de cama, como mínimo". Ni hablar de las inyecciones. Les has tenido un miedo patológico (fobia) a las agujas desde que recuerdas. Ves una y tu cuerpo comienza a temblar, te tensas y encima te duele cuando te la ponen (tu no te puedes relajar, aunque te lo repitan mil veces, aunque te pongan tus canción favorita, o te hagan recordar a Brad Pitt). Pero bueno, pasado ese pinchazo inicial, y una vez que ya has pasado por encima el hecho que la aguja está dentro de tu cuerpo, te tranquilizas, sabiendo que son cinco segundos y luego la fiebre bajará, te sentirás mejor, y te curarás mucho mas rápido que con pastillas. Igual, esa confinación a la que el médico de cabecera te ha impuesto te desagrada por completo. Tus amigos te dicen via msn que como es posible que te quejes por estar todo el día echado en cama, mientras tu mamá y tu papá te traen comida, agua, y miran que estés cómoda, te atienden y sienten pena por ti. Te encojes de hombros y escribes "No se pes... ". Es que ellos no están enfermos, no se ven como mierda (y ese aspecto desgarbado que tienes ahora solo empeorará con los días), y tienen la estúpida idea que tener fiebre de 39 grados y toser como un perro enfermo es comodidad. Ignorantes.