Cuando la gente grita
En mi casa ya me conocen. Para bañarme tengo todo un ritual. Primero, cierro todas las puertas, y las cortinas. Me encierro en el baño con mi radio y elijo cuidadosamente un set de canciones de acuerdo a mi estado de ánimo esa mañana. Luego subo el volumen al máximo, hasta que sienta que estoy tomando una ducha en medio de un rave o un concierto de rock. Ahí, entre la música y mis gritos, no escucho nada. Asi que si alguien me llama por alguna razón, obviamente no voy a poder escucharlo porque estoy con la música a todo volumen. Este ritual que dura 10 o 15 minutos como máximo lo hago todas las mañanas. Mi mamá lo sabe. Mi papá lo sabe. Hasta el maldito gato lo sabe. Igual, en el momento en que estoy alucinando que grito I can't get no satisfaction al lado de Mick Jagger, mi mamá irrumpe en mi cuarto, abre la puerta del baño y comienza a recriminarme: MAMÁ:"¡Te he estado llamando hace media hora! ¡Que barbaridad, me puedo caer, romperme la cabeza y tu ni enterada!" Luego de irrumpir en mi cuarto, dejar todas la puertas abiertas, joderme mi ritual, apagarme la radio, gritarme y hacerme sentir como una lacra de hija, me dice finalmente porque el alboroto. Claro que para decírmelo tengo que salir de la ducha y morirme de frío en medio de la sala. MAMÁ:"Se nos acabó el papel higiénico" Vuelvo a la ducha, prendo la radio, subo todo el volumen, pero esta vez pongo una canción de Babasonicos, justo la que le da nombre a este blog... y sí, también me pongo a gritar.