Hola y chau
fuente: http://cuerposdiferentespersonasiguales.blogspot.com/ Hola: Hoy se me ocurrió que ya no nos veremos nunca más. Si ya se que ya lo dije antes (en mi cabeza me lo repetí varias veces, ya sabes, la primera vez que deje de verte por tanto tiempo) pero siempre tenía la esperanza de verte en otro momento, y se me cumplió y pensé que eso era la señal de algo. Como sea, que dos personas coincidan en un espacio/tiempo no quiere decir absolutamente nada. Ahora lo comprendo. Pero no lo comprendo resignada. Lo comprendo con madurez. La madurez que me hace decir ahora que ya nos nos veremos más. ¿Sabes cómo llegué a esa conclusión? Para empezar, ya terminé la universidad. Sí, ese lugar donde coincidimos una y otra vez por unos cuantos años. No fueron años perdidos y botados al azar. Fueron años en los que mi cabeza andaba partida en dos, tratando de comprender por qué todo mi mundo se estaba yendo a la mierda. No era por ti, así que no te des ínfulas de algo que no eres. Difícilmente voy a ser el tipo de chica que se impresiona con esas cosas. No, mi mundo se iba al carajo, no era por ti, era por mi. Siempre es por mi. Era como ver que algo cae y reaccionar dos segundos muy tarde, tan tarde que ya no puedes evitar que todo se te caiga por todos lados y terminas con muchos vidrios rotos. Bueno, te explicaba que ya no nos veremos más. Porque ya acabé la universidad y no voy a regresar para otra cosa que ver trámites. Quizá lleve alguno que otro curso. Pero no voy a verte porque tu ya acabaste y no piensas regresar más que para hacer los mismos trámites que yo voy a comenzar ha hacer. Y eso significará unos dos o tres días de nuestras vidas. Días que no coincidirán, porque tu trabajas, porque yo trabajo, y porque ya no creo que estemos destinados a encontrarnos una y otra vez. No nos veremos más, porque no tenemos amigos en común. Los tuvimos en algún momento, pero eso ya fue hace un año y ya dejé de ver a toda esa gente. Los amigos que tengo ahora ya no tienen nada que ver contigo. Los lugares a donde vamos no tienen nada que ver contigo. Además, nunca en mi vida te he visto en otro lugar que no sea la universidad. Salvo una única vez, una en un millón, que nuevamente coincidimos por esos amigos en común que ya no tenemos. La idea de encontrarte mientras hago las compras en la tienda, mientras compro un café, mientras camino a comprar el pan, mientras manejo hacia la universidad, mientras voy camino a la casa de una amiga, mientras camino para tomar un taxi en la esquina, pues se hace difícil, sino imposible. De vez en cuando pienso si acaso piensas esas cosas también. Si alguna vez has pensado, se te ha encogido el estómago, o te ha pasado un escalofrío por la espalda cuando piensas que las coincidencias podrían darse justo en el momento más inesperado. Esas cosas me pasan a mí, pero no sé si te pasarán a ti también. La psicóloga me dijo el otro día que tu y yo nos parecemos mucho. Quizá es cierto, pero que dos personas compartan ciertos rasgos de personalidad y tengan cosas en común no significa nada. Como ya te dije antes, creo que ya no nos volveremos a ver. Lógicamente, no tendríamos por qué coincidir nuevamente en el mismo lugar, en el mismo tiempo, en la misma hora. Y si acaso pasa, pues ya no voy a creer que es obra del destino. Chau